Independiente del merecimiento, al trabajar el verso he entrevisto posibilidades de cierto calado. Por ejemplo, al colocar hoguera en un contexto sintáctico alieno, el vocablo adquiere valor verbal sin perder sustantividad. Curioso que, según la colocación, se produzcan bellísimas disemias. Si la poesía es brevedad y concisión, conseguir que los términos, por su posición sintáctica adquieran no sólo un sentido insólito sino varios a la vez es un reconfortante hallazgo. Visualmente, las palabras ocupan su lugar en la página, pero desde ellas estallan múltiples sentidos a escoger o releer, vislumbrados en la costumbre de la lengua. Por eso, si la persona no es archilector/a, el significado polivalente ha de escapársele. Posiblemente, el defecto que ayer me achacara sobre la forma final del verso proliferando en rima asonante, sea indispensable para poder elaborar la ruptura sintáctica Es como una coda cuya misión es ac
En este blog se trata de teorizar y practicar sobre la creación, tanto literaria como artística en general y de lo que cuesta ponerse.